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COVER STORY 036 - CREAT WE TALK



Ray Petri adoptó la máxima dadaísta de oponerse a los principios estéticos imperantes y recurrir a la burla directa. ¿La víctima? La moda y el aburguesamiento de sus profesionales. Le siguió un grupo de iluminados y agitadores profesionales sin causa, con el único propósito de destruir todo y reírse de todos.



Más que constituir una corriente concreta, la subcultura Buffalo representó la negación intelectual de la moda. Sin manifiestos ni una clara vocación de integrarse en el sistema de tendencias, un grupo de jóvenes creativos apostó por ir a contracorriente. Las prendas fueron su herramienta para la subversión, instrumentos fundamentales para la expresión y el desarrollo de modas que, sin embargo, las emplearon para un fin sedicioso.



En 1988 el rostro de Ray estaba cubierto por lesiones propias del Sarcoma de Kaposi, producto del SIDA que había contraído. Demasiado cool para preocuparse por el estigma de la enfermedad, continuó yendo a desfiles y sesiones fotográficas hasta su fallecimiento en 1989.



A pesar de haber creado una estética única que inspiró a diseñadores como Jean Paul Gaultier y Yohji Yamamoto, el reconocimiento del trabajo de Ray llegó post mortem, cuando la generación de estilistas que le sucedió comenzó a retomar sus postulados estéticos que borraban las diferencias de género y construían una identidad multicultural.



Después de haber compartido esta faceta de su historia, con esta editorial queremos presentar una narrativa sobre cómo logró destacar en un mundo tan convencional y sobrio con su estética. Repasaremos toda la transición de cómo logró hacer icónica su presencia, hasta los últimos días de su vida.




PHOTO: @HOSSECK

CREATIVE DIRECTOR; @ALANJL02_02

HAIR STYLiST; @FEEER_NUNEEEZ

MAKEUP ARTIST: @MUAMUALAN.MKUP



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